Lo anterior, no sólo lo hace por ejercitar su cuerpo y para conservar una salud estable, sino para aportar su ‘granito de arena’ en el cuidado del ambiente.
Marín García se levanta todos los días en horas de la madrugada, alista su ‘caballito de acero’ y pedalea hasta la Empresa Ibaguereña de Acueducto y Alcantarillado para cumplir sus funciones.
«Llegar al IBAL es una completa satisfacción, porque apoyo al tratamiento de agua que luego se distribuye a toda la ciudad. Recordemos que es un proceso vital que mejora la calidad de vida de nuestros usuarios», dijo Marín García.
Y agregó: «Con esta acción también busco dejar un legado en la empresa, en los compañeros; un mensaje de amor por este medio que me ayuda a movilizar y es amigable con el ambiente, pese a las dificultades que he tenido porque los conductores de otros vehículos no me ven como un usuario de la carretera».
Finalmente, Marín García destacó que en sus tiempos libres su bicicleta también es su compañera de aventuras; por eso, hace un llamado a las personas,