Para quienes desean conocer un poco más de los territorios del Tolima, el norte se caracteriza no solo por su café sino por sus altas montañas, pues, al estar ubicado en zona de cordillera, en los que el nevado del Ruíz y el Tolima generan influencia, se encuentran bosques milenarios, templa.
El cuco ardilla suele habitar entre el café, pues vuela y vuela entre los árboles como los nogales, cámbulos, yarumos, totumos, entre otros, muchos de estos árboles se encuentran en las veredas dividiendo fincas o generando sobras sobre el café.
Permanece solitario pero también puede estar en pareja y en ocasiones en bandadas mixtas rebuscando insectos entre el follaje del dosel y el subdosel.
En ocasiones sigue hormigas legionarias y atrapa hormigas voladoras mediante vuelos cortos desde una percha, lo que suma a la experiencia de su avistamiento.
Los cultivos de café suelen atraer insectos, los cuales son presa de esta ave. Esta especie no solo se encuentra en el Tolima, sino también en otras regiones del país, pues suele habitar hasta los 2.700 metros de altura, especialmente en zonas andinas.
Su nombre refleja el movimiento que tiene al volar, pues se suele comparar con las ardillas, las cuales saltan entre árboles, mientras que el cuco planea entre el aire, de forma muy similar.
En cuanto a su tamaño, mide 46 centímetros en promedio con un peso de 98 gramos. Sus ojos son rojos, las patas de color gris azulado, algo claro, de pico y piel orbital desnuda de color amarillo verdoso, pálido o anillo orbital rojo para las poblaciones de los Andes.
Según el programa “Wiki Aves de Colombia” de la Universidad ICESI, se reconocen 14 subespecies de las cuales cuatro se encuentran en en el país, las cuales son: P. c. thermophila en el noroccidente, P. c. nigricrissa en el occidente, P. c. mehleri en el nororiente y P. c. mesura al oriente de la cordillera central.
Junto a otras especies como el Barranquero (Momotus momota), conforman esa bandada que guarda, que protrege a la montaña, los bosques, y el agua, presentes en su hábitat.
La belleza del ave hace que las comunidades campesinas cada vez sean más consciente de su cuidado, además de los cantos de diversas aves existentes en el territorio. El cuco ardilla, el ave flamante del Tolima.