Su don de servicio lo ha motivado a ser bombero: Inició en un grupo de apoyo, donde permaneció cuatro años y atendió la catástrofe de Armero, y después fue nombrado oficialmente. Ese amor por lo que hace también motivó a sus hijos Johan y Susan Parra a ser bomberos; Johan ahora hace parte del Cuerpo Oficial.
A pesar de las adversidades, Miguel no ha pensado en desistir, prestó su servicio en el terremoto de Armenia y en las avalanchas por creciente súbita en el Cañón del Combeima, así como una amplia cantidad de incendios de gran magnitud. Resalta que el rescate de personas y de animales, ha sido lo más complejo para él.
“Es lo más duro, hay que actuar con el conocimiento y no con el sentimiento. Es triste pero hay que sacar lo mejor de uno para poder realizar bien su trabajo”, resaltó.
Su trayectoria
Miguel es buzo profesional y experto en el control de incendios y rescate; y gracias a las máquinas extintoras, vehículos para la atención de emergencias y equipos especializados entregados por la Alcaldía, siente que puede desarrollar su labor con mayor seguridad y confianza.
“La verdad cada vez nos vamos fortaleciendo más. Gracias al señor alcalde, a la Administración Municipal y al capitán Rafael Rico, que se han preocupado porque se fortalezca el Cuerpo Oficial de Bomberos de Ibagué. Teníamos elementos con mucho tiempo, que estaban muy gastados y la protección no era tan buena”, refirió Miguel.
El líder bomberil abrió la invitación para que los jóvenes se vinculen a esta valerosa labor, que requiere vocación pero también ofrece una importante gratificación personal a quienes la ejercen.