En este gran reconocimiento de la seguridad, sorprenden las erróneas interpretaciones de algunos que, llamándose líderes, orientadores de la opinión publica confunden las funciones del ejército, la policía, la fuerza aérea y las demás fuerzas institucionales, que defienden las libertades individuales, las colectivas y por supuesto la soberanía de la nación.
De acuerdo estoy con que todas las fuerzas del orden, deben cumplir labores sociales y de paz, que generen convivencia y presencia institucional de cercanía a la ciudadanía, de solidaridad y de construcción social. Pero va siendo hora que definamos una política de seguridad, de lucha contra la criminalidad, especialmente con el narcotráfico y el microtrafico que tanto daño siguen haciéndole al país, ante la comunidad internacional y ahora en este mercado creciente de consumo interno, y una especial atención a estos fenómenos urbanos de fleteo, hurto a celulares, robos de motos y vehículos que afectan al ciudadano de a pie y que no decir del reacomodamiento o la reaparición de grupos delincuenciales, disidencias o no, que acechan en los sectores rurales a comerciantes y campesinos para extorsionarlos.
La paz total, no puede confundirse con la política de seguridad que debe implementar el gobierno, este es un instrumento que ayuda a la reconciliación, la reparación y la sana convivencia, pero no ataca de manera contundente y real los nuevos fenómenos de inseguridad en el país, las cifras de muertos líderes sociales, de miembros de la fuerza pública, los hurtos en ciudades, las extorsiones en las zonas rurales deben enfrentar la fuerza del Estado, poniendo la moral de la tropa en alto, en una gran política orientada a contener y acabar con cualquier expresión criminal.
No puede mostrarse ni inseguridad, ni tibieza, para aplicar la seguridad como un valor de la democracia a fin de proteger a todos los ciudadanos, se hace urgente incluir un capítulo especial de lucha contra los delitos informáticos y de mano dura para los delincuentes reincidentes. Necesitamos seguridad, para aplicar seguridad.