En el Líbano hay planes para todo, quienes busquen una agenda de piscina y sol, pueden ir hasta la vereda La Trina, pero quienes deseen conocer un poco más sobre la historia y los cimientos de la cultura cafetera colombiana, pueden buscar veredas como El Paraíso y La Gregorita, para no no ir tan lejos.
Esto es lo que se encuentra en La Ranchita, tradición. Es una casa grande ubicada en la carrera 14 No. 3 – 63, con puertas inmensas, colores muy latinos y con la distribución de antaño: en el centro, un gran solar, con una fuente.
La Ranchita tiene habitaciones para albergar a una o dos personas, sin embargo es el lugar ideal para encuentros familiares, pues cuenta con un pequeño teatro decorado con plantas.
“La Ranchita más que un hotel, es un sueño hecho realidad, es también nuestro hogar, y eso es lo que encuentran quienes nos visitan, un hogar”, cuenta Jose Alberto Mojica, uno de los propietarios del lugar.
Todo lugar tiene una historia, y La Ranchita no es la excepción. Pues es la unión de ideas y proyectos de una pareja que, por un lado contaba con arraigo al municipio, y por el otro, el sueño de construir una casa de ensueño.
“Nuestros precios son muy económicos, además, aquí los asesoramos en todo lo que deseen, cuentan no solo con dos anfitriones sino dos amigos para descubrir lo mejor de esta gran aldea”, comentó Mojica.
¿Podría un pequeño rincón de Colombia guardar secretos de café y de literatura? ¡Claro! Eso es el Líbano, tierra de escritores, de café y también de misterios. Cuenta con una gran riqueza de aves y recorridos de experiencia.
La tradición tiene encuentro aquí, en La Ranchita, pues cuenta con sillas que en la antigua se utilizaban en las casas, mecedoras en madera estilo momposinas, mozaicos en el piso que adornan no solo el caminar, sino cada experiencia dentro del lugar.
Además, La Ranchita no es solo un lugar de encuentro, sino de buenas conversaciones. Sus anfitriones, un escritor y un administrador, son personajes de la cultura. No es solo ir por encontrar en dónde dormir, es visitar La Ranchita para entender un poco más el territorio.
Cuando llegues, pregunta por “Chaguala”. Recuerda que es la puerta rosa con un gran lagarto para anunciar.