Aunque el hospital está habilitado para atender solamente partos naturales, destaca el servicio que ofrece a las gestantes con la libertad de movimientos y con las distintas terapias que ayudan en el manejo del dolor.
Andrea Carolina Reyes es una de esas mamitas que recientemente tuvo a su segundo hijo en la sala de partos del Hospital San Francisco, pese a algunas complicaciones con la tensión; sin embargo, reconoce y agradece que el personal médico manejó la situación y logró que su bebé naciera sin problemas.
“Tenía la tensión elevada, entonces la doctora quería que dilatara rápido para tener el bebé y ayudarme a controlarla; todas estuvieron muy pendientes, nunca me dejaron sola”, comentó Andrea Reyes.
Asimismo, Andrea mencionó que había estado hospitalizada en dos ocasiones por urgencias, y desde entonces se dio cuenta del trato que brindan, caracterizado por la paciencia y el amor de las enfermeras. Igualmente, en el trabajo de parto siempre tuvo la libertad de decidir cómo manejar su dolor, y en su caso quiso estar en movimiento constante.
“Yo caminaba a lado y lado y ellas estaban atentas. Tuve el bebé a la 1:50 de la mañana, siempre estuvieron ahí conmigo, inclusive a la madrugada se fue la luz un rato y estuvieron conmigo acompañándome”, finalizó Andrea.