No ha ocupado ningún cargo oficial, sin embargo, su experiencia ha estado marcada por la educación.
Marelen Castillo fue elegida por Rodolfo Hernández en marzo de este año, su apuesta fue llevarla a la Casa de Nariño para que representara a la mujer.
Castillo viene del sector empresarial y educativo, pues es ingeniera industrial de la Universidad Autónoma de Occidente, licenciada en Biología y Química de la Universidad Santiago de Cali, MagÍster en Administración y Gestión de Empresas, también doctora en Educación de Nova Southearstern University.
Es caleña, de clase media, pues su madre era modista y su padre funcionario público. Vivió en Bogotá por más de 10 años, trabajó en la Corporación Universitaria minuto de Dios como vicerrectora, de donde, gracias a su buen desempeñó, pegó el brinco a convertirse en rectora de la Uniminuto Virtual y a Distancia.
Y es que Rodolfo Hernández ya es el sorprendente rival del izquierdista Gustavo Petro en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, el próximo 19 de junio.
A pesar de que se ubicaba tercero en las últimas encuestas publicadas antes de la veda de sondeos electorales, su ruidoso ascenso en la recta final ha marcado a fuego los comicios de este domingo, que ha tomado por asalto.
Castillo es una docente muy católica que era prácticamente desconocida en el debate público colombiano
Con ese impulso sobrepasó con distancia a Federico Gutiérrez, el candidato de derecha. En una llamativa paradoja, la fórmula de Hernández, la académica e investigadora Marelen Castillo (Cali, 53 años), es por mucho la menos conocida entre los aspirantes a la Vicepresidencia pero hoy ha llamado la atención de los colombianos.
Castillo es también una candidata afrodescendiente. Pero en una campaña que ha tenido la novedad de varios candidatos vicepresidenciales de origen afro, provenientes de la región del Pacífico, hasta ahora había eclipsada por algunos de sus competidores, mucho más conocidos y con mayor trayectoria política.
Entre ellos, el gran fenómeno electoral en que se ha convertido Francia Márquez, la activista ambiental que acompaña al izquierdista Petro, el líder de todas las encuestas, o por Luis Gilberto Murillo, el exministro de Ambiente que era el número dos del candidato de centro Sergio Fajardo.
Castillo, que apenas había escuchado el nombre de Hernández, así como su paso por la alcaldía de la capital santandereana, aceptó ser su mano derecha, enfocando su campaña en la educación y, como no podía ser de otra manera, replicando buena parte del discurso ‘anticorrupción’ del ingeniero.
Acudió a su retórica y al extenso paso por la academia para engalanar las propuestas del nacido en Piedecuesta que, por demás, son una incógnita en algunos temas.