A las oficinas del Ministerio de Defensa llegó el pasado 26 de marzo, una carta firmada por la madre de una cadete de la Escuela Militar de Cadetes José María Córdova, en la cual señala que su hija fue víctima de acoso y violencia sexual por parte de un cadete perteneciente a la escuela militar.
El documento dirigido al general del Ejército Nacional, Eduardo Enrique Zapateiro Altamiranda, relata que los hechos de violencia contra la mujer, se habrían presentado dentro de las instalaciones militares durante un turno de guardia. La mamá de la presunta víctima se identifica como Yelki Serley Céspedes Aranda y en la carta afirma que: “mi hija notificó los hechos al capitán Sebastián Diaz Rincón”.
Los actos cometidos habrían atentado de manera física, emocional, psicológica y sexual a la cadete.
Además de pedir justicia, la denunciante le exige explicaciones al capitán Díaz Rincón de los motivos, de por que “siendo usted funcionario público, una vez conocidos los hechos no se activaron los protocolos de atención a victimas de violencia sexual de manera inmediata, lo cual podría haber minimizado la estigmatización y los señalamientos por parte del mismo personal de alumnos de la escuela Militar de Cadetes José María Córdova: alumnos los cuales con el afán de proteger su continuidad en la escuela, maquillaron la situación para de esta forma generar un aislamiento y revictimización a mi hija”, señala contundente la mujer.
Otros de los oficiales del Ejército Nacional, señalados en la denuncia, son: brigadier general Giovani Valencia Hurtado, director de la Escuela Militar de Cadetes José María Córdova; al capitán Sebastián Diaz Rincón, comandante Compañía Junín Escuela Militar de Cadetes José María Córdova y a Yuly Cepeda, directora ejecutiva de Veteranos por Colombia y de Estudios de Genero.
Según cifras reveladas por el Ejército Nacional durante 2021 en el país, se presentaron 16.940 denuncias de algún tipo de violencia sexual contra mujeres.
En 118 casos de estos, estarían involucrados miembros del Ejército Nacional, así lo dijo el general Zapateiro, en una entrevista con El Tiempo que “ningún soldado es entrenado en la institución para atentar contra los derechos humanos de los niños, niñas y adolescentes. Es un problema de fondo por el hecho de que haya soldados entrenados institucionalmente para este tipo de hechos”.