Para algunos pueblos católicos la Semana Santa es sagrada, guardándose pleno respeto y recogimiento, otros la toman como una semana de descanso en familia, lo que es aprovechado para reactivar el turismo y la economía.
En el caso del gobierno departamental, la Semana Santa, goza de todo el respeto, pues el Tolima es en su mayoría un departamento que conserva las tradiciones religiosas.
Sin embargo, durante la semana santa trabajamos sin cesar por recuperar y mantener en buen estado las vías terciarias, pues el invierno no discrimina si es fin de semana, festivo o Semana Santa, por lo que gran parte de nuestros funcionarios y equipos de trabajo están empeñados en salvaguardar la movilidad y seguridad de los tolimenses. El sistema de salud no se detiene, mientras las acciones de seguridad vial y ciudadana se desarrollan durante las 24 horas de cada día.
El compromiso con la comunidad es permanente y sin descanso, pues de eso se trata administrar este mandato para el cual se nos ha elegido de manera programática.
Esta semana que ya casi concluye espero que sirva para fortalecer los lazos de unidad familiar, la reflexión y el descanso en sana paz que tanto necesitamos los colombianos para pensar sobre el futuro del país.
Mi mensaje es de unidad, paz y reconciliación, el planeta pasa por duros momentos, la humanidad está sobre advertida en aspectos de salud, seguridad alimentaria y paz mundial. Los seres humanos caminan al borde del abismo sin entender que el planeta ha sido bondadoso con la humanidad, mientras la humanidad ha sido destructiva con el ambiente.
La guerra entre Rusia y Ucrania, es una clara muestra de la insaciable necesidad de poder y egocentrismo que rodea al ser humano. Parecieran Importan más lo egos personales que la unidad para pensar en el bienestar de la comunidad.