La mesa de concertación del salario mínimo tiene hasta el 30 de diciembre como fecha final para definir el aumento del salario, mediante un acuerdo tripartito que permita la expedición del decreto para la fijación del aumento que regirá a partir del 1 de enero de 2024.
En caso de que no se llegue a un acuerdo, el Gobierno estaría ante un escenario en el que definiría el aumento vía decreto. El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, dijo en rueda de prensa que esperaba un aumento de la inflación más dos puntos básicos.
“La inflación va a terminar en 9,7% y la norma dice que no se puede incrementar por debajo de la inflación causada, ese ya es el piso. A eso se le puede incrementar la productividad, con base a eso si está alrededor de 10%”, dijo.
Según la estimación de Bonilla, si la inflación cierra en 9,7%, dicho aumento sería de 11,7% al adicionar los dos puntos básicos, lo que daría un alza de $152.100, incluyendo el subsidio de transporte.
Dicho aumento estaría en línea a lo propuesto por los gremios empresariales que, aunque no presentaron una propuesta formal, si esperaban un aumento en torno al IPC. “Consideramos que, si no se coloca un salario muy en línea con esto, podría tener efectos y consecuencias negativas para el crecimiento, la generación de empleo y la inflación el año entrante”, dijo Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco.
De la mesa de concertación, solo las centrales obreras presentaron su propuesta de manera formal, con un total de 18% de aumento para 2024. Los gremios, conformados por la Andi, Fenalco, la SAC, Asobancaria y Acopi, dijeron que la coyuntura “impone que la decisión sobre el incremento del salario mínimo deba ser tomada dentro d un ambiente de la más alta responsabilidad, con miras a proteger el poder adquisitivo de los salarios y generar más y mejores empleos formales”.
David Cubides, director de Investigaciones Económicas de Alianza Valores, dijo que ven “un escenario en el que el incremento estaría entre 11% y 12%, pensando en un cierre de inflación cercano en 9,50% y algo de incremento en productividad y en las negociaciones propias entre trabajadores y empresarios”.