Estos días he sentido una profunda tristeza, llegamos a una edad donde se vuelve recurrente asistir a los fallecimientos de amigos, conocidos o familiares, con las consecuencias emocionales que eso produce, en algunos casos devastadoras.
Estos días he sentido una profunda tristeza, llegamos a una edad donde se vuelve recurrente asistir a los fallecimientos de amigos, conocidos o familiares, con las consecuencias emocionales que eso produce, en algunos casos devastadoras.