La inflación golpea fuertemente a los hogares colombianos y ello significa que los más afectados serán las familias con menores ingresos, quienes están viendo amenazados y vulnerados sus derechos más fundamentales, como el de la alimentación; ya que este rubro incrementó un 27.8 %. En pocas palabras, la comida está cada vez más cara y menos accesible.