En la asamblea de la ONU, Gustavo Petro hizo una afirmación que puede compartirse pero que debe explicarse: la guerra contra las drogas ha fracasado, dijo. Porque su consumo, lejos de reducirse, se ha ampliado y ha generado gran corrupción y mucha violencia. Pero también es cierto que ese fracaso es relativo, si se tiene en cuenta que ha enriquecido a los narcotraficantes, a productores y comerciantes de los precursores químicos con que se fabrica la cocaína y a intermediarios financieros.