Vimos cómo en medio del encierro todos buscaban salidas, se potenció un aprecio especial por la salud y la vida, se retornó al sector rural, recobramos el amor por la naturaleza, por los animales y sobre todo por la actividad física, la vitamina D escaseaba en el encierro, por tanto, la tristeza nos hacía presas, sin embargo, la humanidad siempre resiliente buscaba formas de superar la crisis, en el Tolima así lo entendimos, lo asumimos y tomamos las acciones.
La bicicleta se convirtió en un gran instrumento de transformación y unidad de la gente, en medio de las dificultades y el encierro promovimos la “Vuelta al Tolima”, después de veinte tres (23) años revivimos la “Vuelta al Sur” junto a nuestros hermanos del departamento del Huila, por nuestras tierras pasaron grandes etapas de la “Vuelta a Colombia” y del “Clásico RCN”, ciclistas de nuestro departamento permanentemente participan en las grandes vueltas ciclísticas nacionales y en varias internacionales, en fin el ciclismos en el Tolima y del Tolima se ha hecho grande y fuerte.
Este año con la adhesión de nuestro otro hermano el departamento de Cundinamarca, a la “Vuelta al Sur”, enviamos un mensaje de integración regional, de hermandad, de articulación en medio de las dificultades que impone lo público y la ley de garantías, para decirle al país que si podemos trabajar unidos y en paz y lograr grandes propósitos. El ciclismo se ha vuelto una gran herramienta de desarrollo económico y social para nuestra región, una gran estrategia de marketing territorial, pero sobre todo nos deja una gran rentabilidad social que afecta de manera positiva a nuestros niños, niñas y adolescentes. El ciclismo nos une.